El sector bancario posee unas de las regulaciones más estrictas en cuanto a seguridad de los datos. Además, la Autoridad Bancaria de los Países Bajos, De Nederlandsche Bank (DNB), dispone de normas y reglamentos sobre cómo deben almacenarse los datos a fin de proteger a sus clientes. Una de estas normativas exige que todos los datos se codifiquen fuera del entorno de producción de una organización. Todas las empresas necesitan datos para sus entornos de prueba y de desarrollo, y con las normativas tan estrictas establecidas por la autoridad bancaria, esto puede suponer un problema. En otros sectores, una alternativa es crear datos de forma manual, pero tampoco es un proceso que admita la Autoridad Bancaria. Los bancos deben evaluar el riesgo y el coste de la no conformidad (que podría suponer la pérdida de su licencia bancaria), presentar una solicitud específica de clemencia o encontrar otras formas de crear datos de prueba codificados para sus entornos no productivos.

El equipo de Rabobank creó un runbook de 94 páginas que explicaba al detalle cómo crear actualizaciones de sistemas SAP que cumplieran estas regulaciones, pero se trataba de un proceso complejo que exigía mucho tiempo y recursos Esto significa que no actualizaban los datos con tanta frecuencia como hubiesen deseado, lo cual repercutió en su habilidad para probar detenidamente los proyectos y las actividades cotidianas.